jueves, 12 de octubre de 2023

Xiaomi Redmi 12

El **Xiaomi Redmi 12** es un smartphone Android con una pantalla de **6.79 pulgadas** a resolución **FHD+** y tasa de refresco de **90Hz**. Potenciado por un procesador **MediaTek Helio G88**, el Redmi 12 cuenta con **8GB de RAM** y **256GB de almacenamiento interno expandible vía microSD**. Una cámara triple se ubica en su posterior, con un sensor principal de **50MP** mientras que la cámara selfie es de **8MP**. El Redmi 12 completa sus características con una batería de **5000 mAh** de carga rápida, lector de huellas lateral, resistencia limitada al agua y corre Android 13 ¹. El Xiaomi Redmi 12 tiene una pantalla grande y nítida con una tasa de refresco alta, lo que lo hace ideal para ver videos y jugar juegos. La batería es lo suficientemente grande como para durar todo el día sin necesidad de recargarla. La cámara principal de 50MP es excelente para tomar fotos nítidas y detalladas, mientras que la cámara selfie es adecuada para videollamadas y selfies ocasionales. El almacenamiento interno es generoso y se puede expandir aún más con una tarjeta microSD ¹. Sin embargo, el Xiaomi Redmi 12 no es perfecto. El procesador MediaTek Helio G88 no es tan potente como algunos otros procesadores en el mercado, lo que puede resultar en un rendimiento lento en algunas aplicaciones exigentes. Además, la resistencia limitada al agua significa que el teléfono no está completamente protegido contra daños por agua ¹. En resumen, el Xiaomi Redmi 12 es un teléfono inteligente sólido con características impresionantes como una pantalla grande y nítida, una batería duradera y una cámara principal de alta resolución. Si bien el procesador no es el más potente del mercado y la resistencia al agua es limitada, sigue siendo una excelente opción para aquellos que buscan un teléfono inteligente asequible pero potente ¹. Origen: Conversación con Bing, 12/10/2023 (1) Xiaomi Redmi 12 : Caracteristicas y especificaciones - smartGSM. https://www.smart-gsm.com/moviles/xiaomi-redmi-12. (2) Xiaomi Redmi 12: el móvil barato de Xiaomi se pone guapo con la trasera .... https://www.xatakandroid.com/moviles-android/xiaomi-redmi-12-caracteristicas-precio-ficha-tecnica. (3) Móvil | Xiaomi Redmi 12, Midnight Black, 128 GB, 4 GB RAM, 6.79" FHD+ .... https://www.mediamarkt.es/es/product/_movil-xiaomi-redmi-12-midnight-black-128-gb-4-gb-ram-679-fhd-ips-mediateck-helio-g88-5000-mah-android-1554491.html.

jueves, 15 de enero de 2015

Invierno....y todo lo que viene




Estamos de vuelta en Noruega, después de las vacaciones de Navidad en España. Tres semanas que dieron para mucho, pero en las que no paramos quietos ni un minuto. De hecho, ahora parecen más bien un sueño borroso; quedaron muchas personas por ver, muchas cosas por hacer....aún así cargamos bien las pilas para la vuelta al norte. Cuatro días de odisea por Europa. Este año batimos récords de países en los que estuvimos.

La llegada de Athos a nuestra vida ha traído consigo mucha felicidad. Es un perro muy bueno, tranquilo pero juguetón, se porta fenomenal, y aunque ya tiene más confianza y se aventura a subirse a la encimera de la cocina a robar comida....no es nada destroyer, y las patas del sofá y los cojines siguen en buen estado :) Le gusta la nieve, cosa buena porque va a haber mucha de aquí a dos meses...

Cuesta un poco volver a la rutina de "no hacer nada". Lo que para la mayoría de la gente sería un sueño, a mí me desespera. Me cuesta encontrar cosas que me motive hacer "forever and ever", y yo que soy de exterior, lo de estar en casa casi todo el día me supera por momentos. Con Athos es mejor, porque te obliga a salir nieve o truene, pero aún así, son muchas horas de sofá. Intento reinventarme y estudiar, tejer, hacer deporte....pero el futuro incierto, el no tener trabajo, el que me sigan rechazando de las vacantes de doctorado, el ver cómo cada día que pasa es más complicado.....bueno. Pues eso. Ayer fui al gimnasio y salí bastante motivada, dispuesta a aprovechar este parón invernal y sacar cosas en claro. Mentalidad positiva.

Hoy hemos ido a Saspborg a por mi número provisional noruego. Es como un DNI provisional, al cual yo tengo derecho por ser de la UE, y que llevo intentando solicitar desde que vine. Me sirve para poder ir al médico, para abrir una cuenta en el banco, entre otras cosas. Y esta vez, la Policía de inmigración tampoco me da una solución, y me derivan al NAV (como la oficina de empleo), al cual fui la primera semana de estar aquí, y donde me dijeron, literalmente: "Este país no tiene ninguna responsabilidad contigo". O sea que para casa con las manos vacías. No sabéis la frustración que genera la puñetera burocracia que está pensada de tal manera, que no vas a conseguir lo que necesitas para quedarte. Iros a vuestro p*** país, inmigrantes de mierda!!!! Y cosas de esas tan bonitas que decían los españoles a los sudamericanos, marroquíes, rumanos....

Y poco más. Tardes de nieve, de estudio, de play y de sofá, mantita y Athos.
Besos para todos

domingo, 11 de enero de 2015

Athos en la nieve

Ya hemos llegado. Después de cuatro días de coche, ya estamos en casa. Y Moss nos espera con los brazos abiertos, y la calefacción a tope.

Athos en la nieve

PS; Ya estrenamos el trineo de Paula

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Goa paradise y vuelta a Delhi

Ya estamos en Delhi, ayer ya de noche aterrizamos. Y vuelta a empezar. El taxista te dice que sabe dónde está el hotel, pero es mentira, nos lleva a otro de nombre parecido y cosas así. Al final llegamos y la habitación tampoco está tan mal, hay wifi y estamos tranquilos.

Goa ha estado muy bien. Nos llovió, mucho, todos los días,  pero lo petamos. Los dos primeros días fuimos a un hostel que nos habían recomendado, no era lo que esperábamos. La habitación era humedad pura, un poco más nos llueve dentro también. El internet iba y venía (más ir que venir), y no nos hicieron sentir cómodos en ningún momento. Al llegar nos dejó el taxista con un chavalete que no hablaba inglés. Nos enseñó la habitación y pista. Muy mal. El wifi no funcionaba y el Aire acondicionado tampoco, conclusión, llamamos a la dueña del hotel y le contamos la historia. Hizo al manager volver para enseñarnos el sitio, otro chavalete pero este hablaba inglés.

Nos llovió toda la noche y el día siguiente. Humedad, espera, rollo... Lo mejor fue que encontramos un supermercado y nos hicimos nosotros la comida. En el sitio había cocina, mesa grande pa comer y unos sofás pa ver la tele. No pintaba mal, hasta que nos pusimos a comer. En ese momento vimos que los dos chavales del hotel estaban como en su casa. Tirados en los sillones con otro, con la tele a tope, y fumando unos porros tan tranquilos. Ahí decidimos irnos al día siguiente. Que vayas a un hostel y los cacharros estén sucios porque los usan los empleados, el sofá y la tele ocupados por ellos, y encima fumando. Supongo que es lo que pasa cuando dejas encargados a dos chavales de 16-20 años.

Pasamos la noche y nos fuimos a Panjim, no sin antes tener nuestros más y nuestros menos con el taxista de turno. Lo que ayer eran 500 rupees hoy son 700, a pesar de haber quedado a las 11 de la mañana y estar hablando por teléfono a eso de las 11:53. Buscamos otro y por 600 nos fuimos a Panjim. A un hotel muy bueno, barato y con una habitación espectacular. Podría ser un 4 estrellas en España.

Al día siguiente alquilamos una motuca, y al otro, y al otro. Nos llovió lo que no está escrito, pero nos daba igual. Recorrimos Goa de arriba a abajo. Nos movimos un montón. Comimos un pescadín riquísimo (y pa que lo diga yo). 

Aquello es muy distinto al resto de la India, por lo menos a la parte del Rajastán que conocemos. La herencia portuguesa y bla bla. Pero la gente no es tan aprovechada, no es tan agobiante, no te sientes tan fuera de lugar. Ves a chavalucos jugando a fútbol en la playa, en el parque...

Una pena marchar, porque a pesar de empezar un poco regular, y de que lloviese el 80% del tiempo, lo aprovechamos mucho.

Ahora toca Pelear con Delhi.

Como nota graciosa puedo decir que nuestro vecino de viaje Goa-Mumbai era un visionario de las nuevas tecnologías, y apostaba por una conectividad sin límites. Sobra con decir que, después de estar mirando la revista del avión durante 10 minutos, en el momento en que el avión empieza a acelerar para el despegue, el tío se pone a llamar por teléfono con toda su cara. Hasta que Paula le llamó la atención, y colgó. Un cachondo, vamos. 

Siento no haber escrito antes, pero también aprovechamos para desconectar un poco y pasar del blog. Now back online. 

lunes, 25 de agosto de 2014

Varanasi, así, sí.

Varanasi, así, sí

Ye llevamos 3 días en Varanasi, y esto es otra cosa. Para nosotros, por lo menos.

El día que pasamos en Agra no estuvo mal. Cogimos una habitación para darnos una ducha y dejar las maletas, y nos subimos a comer a la terraza de la guest house. Ya la conocíamos, y tenía una bonitas vistas al Taj mahal. Por cierto, era viernes, el Taj Mahal cierra los viernes, así que el torrente de gente se veía muy reducido, para bien y para mal. 

Para bien porque vas más cómodo, hay menos ruido y no tanto traqueteo de ricksaw, autoricksaw, moto, y ese señor de Cuenca que pasa por allí. Para mal porque eres el único turista en el punto de mira de todos los vendedores, conductores, etceteraores...

Después nos llevaron en coche a una estación a 27 km de Agra. Al parecer es allí donde llevan a todos los turistas que cogen el Rajastán con agencia y conductor. Total, 15 españoles nos llegamos a juntar en la sala VIP de espera. VIP por darle un nombre con salero, no penséis gran cosa. Unas cuantas sillas de metal y un baño. (En realidad era la sala VIP de mujeres, pero era el único sitio que aportaba un poco de seguridad)

La estación metía miedo, del bueno. En medio de la nada, con la oscuridad como bandera, con un montón de Indios de camisa roja con una chapa a modo de brazalete de capitán. Chapa en la que siempre se leía algo así como Police, y que el resto estaba misteriosamente gastado. ¿Gastado de qué? Nunca lo sabremos. La película de esta vez era que el tren para sólo 2 minutos, que seguro que necesitas una mano para subir las maletas, o para acertar con el tren. 

Al final, después de descartar dos trenes que aparecieron a la hora exacta en el andén preciso (¿casualidad?) nos subimos y buscamos nuestro sitio. El tren era el peor en el que subimos hasta el momento. Ya con años a sus espaldas y llenito de Indios, no como los anteriores, donde íbamos bastante cómodos.

Los Indios son unos tíos de costumbres asilvestradas. Entienden como normal los eructos, los peos,  los super-ronquidos, les encanta escupir el tabaco de mascar en cualquier momento (en el tren se cortan un poco), Tiran toda la porquería al suelo (incluso el revisor, en el tren!!) No sé, no es cómodo el ambiente. 

Al final conseguimos dormir un poco, llegamos con 2 horas y media de retraso, pero llegamos. Allí nos esperaba nuestro majete conductor con un cartel que me arrepiento profundamente de no haber cogido. Hotel Surya: Abu Mountain. 
La madre que me parió. Fue Paula quien lo vio, yo ni lo hubiera pensado. 

Llegamos al hotel, y caímos en la cuenta de que habíamos acertado. Pagamos un poco más del doble que los últimos días, pero merece la pena. Tenemos Piscina, desayuno buffet (donuts y poco más), aire acondicionado, nos limpian la habitación todos los días. Parecen cosas normales de cualquier hotel un poco decente, pero aquí es la bomba. 

Al igual que nosotros, nuestros cuerpos llegan a la conclusión de que aquí se puede bajar un poco la guardia, y nos hacen pagar toda la caña que les llevamos dando desde hacer 15 días. Conclusión: piscina, comer, siesta, piscina, choff, me duermo con las lentillas porque me caigo frita y cosas así.

Sólo teníamos reserva para la primera noche, y lo primero que hicimos con el wifi fue coger las tres restantes en Varanasi.

Ayer fuimos a ver un poco la ciudad, un caos, terrible, parece que estamos en san fermines, o en la noche de los fuegos, en pleno muro. Imaginaos así, pero todo el rato, sin tregua ni descanso. Comimos en un sitio recomendado por la Lonely planet (quesín y salchichas, ñam), que se encontraba justo al lado de otro con el mismo nombre. Brown Bread Bakery, sitio que colabora con una escuela y otras cosas así respetables. El otro es un indio que intenta colársela a cualquiera que venga un poco desprevenido, porque está justo antes de llegar, a 5 metros.

Hoy cogimos un conductor y optamos por la opción Guiri de ir a ver la ceremonia nocturna al lado del Ganges. 5 monjes con unos pétalos, unas cuantas velas, una banda sonora que suena por altavoces y poco más. La verdad es que seguimos sin encontrar a alguien que de verdad se relacione con la religión y no con el dinero. En esta súperceremonia había hasta un tío que se paseaba vendiéndote los cds de la música que sonaba, unbelievable.

Y esta es nuestra tercera noche, cenando en el hotel, de relax, y haciendo una pequeña pausa antes de terminar esta aventura, pensando ya en la siguiente.

Varanasi, así, sí. 

viernes, 22 de agosto de 2014

Reflexiones varias


Ya llevamos un poco más de dos semanas de viaje, y hay cosas que nos hacen pensar, detalles del día a día que encienden la chispa para reflexionar sobre todas estas horas de experiencias, buenas y malas, pero sobre todo, intensas y diferentes.
Aquí todo funciona de otra manera. Hasta que entiendes cómo se hacen las cosas, sufres mucho y te desesperas. La gente quiere engañarte, y es mejor aceptarlo y estar preparado que confiar en la buena fé de nadie. El ritmo de vida también es diferente. Hay mucha gente, y mucha gente haciendo nada, y eso hay que tenerlo en cuenta.
Hoy quería contar dos cosas. La primera es que estamos conociendo mucha gente viajera. Los chicos de Agra, la pareja de italianos de Pushkar, los catalanes de Udaipur, el chico de Tennessee.....gente que entra y sale de tu vida rápido, pero con la que compartes historias, te ríes, te sientes menos solo, te distraes y despotricas lo que te da la gana. Con la pareja de catalanes aprendimos que el timo de los billetes de tren de Delhi es una cosa que les pasa a todos los turistas al llegar al aeropuerto. Hay relaciones que parecen predestinadas, como el italiano y la coreana que nos encontramos en casi cada ciudad a la que vamos, por la calle, sin avisar. Todo esto está siendo un punto muy positivo del viaje.
La otra cosa que quería compartir vino a raíz de un chai y una cocacola en una cafetería en Udaipur. Era un sitio enano, y a pesar de lo grande que es una ciudad, allí estábamos tres parejas de españoles. La conversación giraba en torno al topic: "India. O la amas o la odias". Y, queridos amigos, después de dos semanas aquí os aseguramos que eso es mentira. O por lo menos, esa frase sólo tiene sentido depende de la India que vivas.

Me explico. Hace un tiempo decía que había dos Indias: la del viaje organizado, conductor para ti, hoteles de agencia con comodidades pseudoeuropeas, esa en la que no regateas, y ves sólo las cosas para guiris. Y te vuelve a tu casita habiendo hecho yoga, viendo muchos colores y comprando saris y cuatro pulseritas para todos. Qué barata es y qué bonito todo. Amigos, ese viaje está bien, y respeto a quien viaje así, por comodidad o por lo que sea.....pero eso no es India.
India es pobreza. Es suciedad. Es un agujero de una letrina. Es un ratón en la habitación, es sábanas sucias. Es regatear al del hotel, al del rickshaw, al del regalo para tu hermana. Es muchos perros llenos de heridas y cicatrices, luchando por la comida con las vacas y los monos. Es niños que te abordan por la calle pidiendo chapati. Es mafia, engaño, poca honradez. Es una religión de mentira que no cree en el karma, y que te saca dinero por lo más sagrado que tienen. Es basura. Es tráfico caótico, ruidos incesantes, mezcla de castas. Es un hombre muerto en la estación de Jaipur para el que nadie mira.

Esa es la India de a pie, la que recorren los mochileros, en la que tienes hambre, y sueño, y miedo. Lo otro es un sueño de una noche de verano.
Si los antepasados de estos indios levantasen la cabeza, y viesen en lo que se ha convertido este país, lleno de tesoros precioso como el Taj, o los fuertes, o los lagos sagrados.....creo que llorarían de pena y vergüenza.

Así es como nosotros sentimos India, no como el cuento de hadas que te venden al exterior, ese que yo llevo creyendo desde que era pequeña, y por el cual vinimos aquí con toda la ilusión del mundo. India juega duro, sucio, y cuando te da en la cara, más te vale que ya sepas cómo reaccionar.